Después de una temporada sin demasiados movimientos, me han sorprendido regalándome esta maravilla de viaje, totalmente de improvisto.
Esta vez el destino es Dublín, ciudad de contrastes, puesto que aunque sea capital, conserva su esencia irlandesa que conjuga la rica herencia celta con el peso del colonialismo británico.
Aunque ya nos han avisado de las bajas temperaturas, la nieve y las posibles cancelaciones de vuelo, nosotros.. ¡allá que nos vamos!
Esta vez el destino es Dublín, ciudad de contrastes, puesto que aunque sea capital, conserva su esencia irlandesa que conjuga la rica herencia celta con el peso del colonialismo británico.
Aunque ya nos han avisado de las bajas temperaturas, la nieve y las posibles cancelaciones de vuelo, nosotros.. ¡allá que nos vamos!
Os cuento, como siempre, a la vuelta.
Cuidaros
Cuidaros
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