sábado, 11 de abril de 2009

BARRANCO DE LUMOS

El sábado por la mañana, nos levantamos con caudales crecidos, tiempo inestable, lluvia intermitente y nieve en los picos. Aún así nos pusimos en marcha, con la esperanza de que el tiempo mejorara y nos animáramos a hacer algo. Finalmente, sólo David y Carlos tuvieron las ganas suficientes como para ponerse el neopreno a pesar de la lluvia y el frío, y se metieron por la tarde en el Palomeras del Fornocal. El resto nos dedicamos a visitar Alquézar.















Al día siguiente, domingo, había que hacer algo. Eso sí, lo primero que hicimos fue gastar gasoil: primero pasamos por Bierge, donde se unió al grupo Tere, una simpática pelacanyons. Luego nos acercamos al parking de las Gorgas de San Julián, pero tras comprobar que hacía suficiente viento y frío como para que más de la mitad del grupo no quisiera descenderlo, desandamos el camino y nos encaminamos al barranco de Lumos.




El acceso al descenso se realiza por la misma carretera A-2205, entre Colungo y Arcusa, unos kilómetros más arriba del párking del Vero: el aparcamiento está entre los kilómetros 21 y 22. Desde allí, debe tomarse a pie la pista que retrocede prácticamente paralela a la carretera. Asciende ligeramente, y enseguida vemos a nuestra derecha el circo de entrada. Subiendo a lo alto de la loma, tomaremos un sendero a la derecha que bordea el circo; avanzaremos por él, y al llegar a una cresta divisoria bajaremos hasta los estrechos, entrada habitual para este descenso.
Sin embargo, y como entrada alternativa, podemos empezar el descenso por el afluente situado al otro lado de la cresta divisoria. Es la opción que, sin pretenderlo, seguimos nosotros...


















Bajando por aquí los rápeles son más cortos (el más largo tiene nueve metros), y acabamos desembocando de repente, casi sin darnos cuenta, en lo más angosto del barranco de Lumos.












































Todo el conjunto está labrado en el conglomerado. El afluente nos deja en el tramo más estrecho de su principal, en la entrada a una zona de oscuros en los que progresar exige a veces quitarse la mochila.













































De aquí en adelante nos queda avanzar por el cañón, superando pasillos, un par de rápeles de ocho metros y diversos resaltes.














































Finalmente llegamos a un estrecho calcáreo. Antes de entrar en él, un hito nos indica el camino de salida a la derecha -según indica Enrique Salamero en su Sierras de piedra y agua, este último estrecho merece la pena y también podremos salir del cañón tras él-. Ascenderemos por el sendero hasta un collado, y desde allí seguiremos la senda que remonta el Lumos bordeando sus paredes. Alcanzaremos el circo inicial, y una vez en la pista de acceso volveremos por ella al coche.

viernes, 10 de abril de 2009

BARRANCO DE PORTIACHA

Guara... Tanto tiempo sin aparecer por allí, y ahora, dos veces en un mes. La verdad es que pocas opciones teníamos para aprovechar los cuatro días de la Semana Santa: la cuestión era compaginar meteorología, días disponibles y presupuesto, y la primera variable no prometía mucho.

Viernes por la mañana, llegamos a la zona y no deja de llover. En vista del éxito, conseguimos alojamiento en el albergue algo pintoresco de Yaso -la idea original era dormir en un camping- y buscamos algo que hacer. Bajamos algo... lo dejamos correr... Nos acercamos al párking del Vero donde nos reunimos con los valencianos Toni, Bea, Cristina y Jose. El tiempo es inestable, pero se disponen a bajar el Portiacha. ¡Qué demonios! David, Xavi y yo nos unimos a ellos.

El acceso se realiza normalmente desde el parking habilitado sobre el kilómetro 18 de la carretera A-2205, entre Colungo y Lecina. Desde él se accede enseguida al primer rápel, por un sendero que encontraremos al final del aparcamiento.

En cuanto al descenso, el Portiacha es uno de esos barrancos cortos y que sin embargo dejan buen sabor de boca. Labrado en el conglomerado practicamente hasta el final de su recorrido, tiene poca cosa, pero de interés: un rápel de 30 metros volado, algunos resaltes y otro rápel volado, de 35 metros. Y una vez has llegado al suelo, merece la pena girarse y contemplar las paredes que acabamos de descender.








































Antes de darnos cuenta, estamos en el Vero. El retorno supone remontarlo cruzando su cauce varias veces hasta llegar a la estación de aforo, y desde allí tomar el sendero que bordea el río por su izquierda hidrográfica, pasar el pequeño descenso de Argatín y subir hacia el párking y nuestro coche. Cuidado con un Vero crecido, podríamos quedarnos bloqueados al acabar el descenso y no poder salir río arriba. Durante el retorno podemos ver las ruinas del antiguo molino.




















El descenso es tan corto que merece la pena combinarlo con uno de sus vecinos, el también breve barranco de Basender. Para esto último es mejor dejar el coche en el parking del Vero, situado un par de kilómetros más arriba, desde donde podemos acceder sin problemas a ambos descensos, y realizar primero el Portiacha para luego, sin volver al aparcamiento, remontar el Vero hasta enlazar con el acceso al Basender.

domingo, 5 de abril de 2009

VIA FERRATA DE LES ROQUES DE L'EMPALOMAR

Dado que,tanto Xavi como yo, teníamos la semana santa (del 10 al 13 de Abril) programada para barranquear en Guara con los amigos, decidimos que el fin de semana anterior aprovecharíamos la situación de la caravana de mis padres, en Berga, para hacer alguna cosilla por allí.
Nos levantamos el sábado para subir hacia allí, pues, aunque estaba nublado, pensamos que podríamos sacar algunas horitas de sol, para acercarnos a una vía ferrata que hay antes de Gòsol. Pero el día no dejo de mojarnos!!

En la caravana no se estaba mal, pero..


El domingo, el día nos despertó con unos cuantos (pocos) rayos de sol, y nubes bajas que se deslizaban por la colina, desde Rasos de Peguera. Algo típico de la zona. Aunque.. para que quedarnos en la caravana cuando podíamos acercarnos a la via para ver si el tiempo nos dejaba hacerla?¿
Así lo hicimos, y la suerte nos acompañó esta vez. Cogimos la C16 dirección Guardiola de Berguedà, y antes de llegar a El Collet nos desviamos por la B400 dirección Gòsol. A unos 7 km cogimos el desvío dirección Vallcebre por la B401 y al llegar al pueblo seguimos en dirección Fígols, subiendo por una carretera con muchas curvas, hasta un collado plano donde dejamos a mano derecha el Restaurante "Cal Borni", para, a pocos metros mas adelante, dejar el coche en un parking arenoso señalizado.





















Allí encontramos el panel de la vía ferrata.
Nos pusimos los trastos,y.. Apa!! A por ella!!
















Cruzamos el río y, a mano izquierda nos fue apareciendo una senda bien marcada. Al final de esta, nos encontramos una bifurcación señalizada.
Si nos dirigimos a la derecha vamos directamente a la vía, pero si vamos por la izquierda siguiendo las marcas amarillas, damos un rodeo por la zona de los campos de tabaco y llegamos igualmente al comienzo de la Ferrata.




















El comienzo de la Vía nos deja una pista de como va a ser esta excursión.
























SIIII, empieza la verticalidad!!























Unos tramos verticales con Grapas (¿la distancia entre ellas es demasiada, o me lo parece a mi? Será que soy pequeñita..) nos absorben con sus vistas aéreas del Valle donde se encuentra Vallcebre.
























Seguido, encontramos un tramo horizontal con el que rodearemos la roca.
Luego, se nos descubre otro tramo vertical que nos lleva a un puente de unos 2m si llega.






















Después de éste, nos encontramos con otro tramo vertical que nos llevará a la cima.






















El retorno es corto pero por senda resbaladiza, en la cual hay instalados unos pasamanos para ayudarnos a descender.



















En resumen, una vía ferrata corta, no muy complicada, pero con dificultad añadida por su verticalidad.



























Un balcón magnífico para el disfrute de todos!!