Para llegar hasta su acceso, y saliendo desde Barcelona, debemos tomar la A2 en dirección a Lleida. La abandonaremos por la salida 575 (Collbató) y continuaremos por el lateral, dejando a la derecha el restaurante "Serra d'Or". Unos doscientos metros después, también por la derecha tomaremos la calle Can Massana hasta el final; giraremos a la derecha, y enseguida encontraremos a la izquierda una pista, que seguiremos. Superaremos un primer cruce siguiendo recto, y al llegar a una bifurcación continuaremos por la derecha, hasta llegar a la masía de Can Jorba, donde aparcaremos.
Una vez aquí, por delante de la masía y a la izquierda sale una pista, que seguiremos a pie. A unos 400 metros, a la derecha encontraremos un sendero, el camino de la palomera, balizado con pintura roja en los árboles. Lo tomaremos, y siguiendo siempre las marcas de pintura rojas o rosas, llegaremos al cauce en unos 45 minutos.
El descenso empieza con rápeles cortos de hasta 10 metros, muchos resaltes y pasillos que llegan a estrecharse mucho. Todo ello obliga a trabajar mucho los pasos en oposición. Algunos de los resaltes acostumbran a estar equipados con cuerdas fijas: atención a éstas, nosotros retiramos una que tenía el alma al descubierto y un roce importante justo en el tramo que abrazaba el árbol al que se sujetaba. Encontraremos algunas pozas llenas de agua estancada, más o menos podrida según la época y las lluvias, pero todas pueden superarse sin problemas. Aunque bueno, siempre hay alguien que mete los pies en el agua...
Poco a poco el barranco va ganando en verticalidad, hasta que llegamos a su parte final y más interesante: un encadenamiento de rápeles de aproximadamente 18, 20, 22, 18 y 30 metros. El último de ellos, además de ser el más largo, acaba siendo extraplomado, y nos deja justo al borde de las zarzas.
Recogemos las cuerdas, y por la derecha sale un sendero que, pasando al pie de varias vías de escalada, nos lleva en apenas diez minutos hasta Can Jorba y nuestro coche.
Hay que recordar que el barranquismo en Montserrat, igual que la escalada y el ascenso de vías ferratas, ha quedado afectado por una reciente regulación. Afortunadamente, el descenso de la Canal Roja sigue estando permitido; al menos, de momento...
